Un nuevo impulso para un alto el fuego en Gaza está cobrando fuerza en las Naciones Unidas y en otros foros. Es esencial que un alto el fuego no tenga lugar hasta que se devuelvan a todos los rehenes y Hamás sea derrotado.
El primer ministro Benjamin Netanyahu reiteró la posición de Israel el sábado por la noche. "La mayoría de la gente quiere una cosa: la unidad para la victoria. Esta unidad existe dentro de los APC y los tanques, y en los campos de batalla entre Gaza y Rafah; existe en todas las partes del pueblo y del país.”
Sin embargo, en la ONU, varios países árabes de la región han apoyado un borrador de resolución argelino, que busca un alto el fuego en Gaza. Quieren detener las futuras operaciones de Israel en Rafah, el último bastión de Hamás.
Es importante entender lo que pretende Hamás aquí. Hamás ha intentado atraer a la gente para que se quede en Rafah para que puedan ser utilizados como escudos humanos. Hamás también moviliza a su red de propagandistas que trabajan con socios internacionales para difundir historias sobre Rafah, afirmando que la gente pasa hambre y que cualquier ofensiva israelí podría dañar a civiles.
Los hechos son claros. Es Hamás quien ha excavado sistemáticamente túneles debajo de áreas civiles y utiliza hospitales como cobertura, ha destruido Gaza y ha causado daños sin precedentes a los civiles allí. Gaza tuvo la oportunidad de prosperar, pero Hamás se hizo con el control y desvió la ayuda internacional a los túneles, utilizando la ayuda para controlar a la población.
Estados Unidos ha advertido que se opondrá a la resolución argelina en la ONU. Se debe felicitar a EE.UU. por seguir apoyando a Israel y oponerse a resoluciones que están diseñadas para salvar a Hamás y ayudarlo a regresar al poder en Gaza. Rafah es el trampolín de Hamás para regresar al 6 de octubre o al día anterior.
Esto es lo que Hamás siempre ha hecho en el pasado. Ataca a Israel y luego exige un alto el fuego, luego reconstruye su arsenal y vuelve a atacar. En cada iteración de esto, tiene a la UNRWA y a otras organizaciones internacionales dispuestas a exigir de inmediato el alto el fuego y a ser utilizadas como cobertura para más crímenes de Hamás.
Estados Unidos ha estado trabajando con Egipto y Qatar para presionar por un acuerdo que permita la liberación de los rehenes. "Creemos que este acuerdo representa la mejor oportunidad para reunir a todos los rehenes con sus familias y permitir una pausa prolongada en los combates, que permitiría que más alimentos, agua, combustible, medicinas y otros elementos esenciales lleguen a manos de los civiles palestinos que lo necesitan desesperadamente", dijo la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, durante el fin de semana.
Mientras tanto, la Autoridad Palestina también ha buscado un alto el fuego en Gaza. El Observador Permanente de Palestina en las Naciones Unidas, Riyad Mansour, está presionando por la resolución argelina. Netanyahu ha determinado correctamente que hay movimientos en marcha para intentar "imponer unilateralmente un estado palestino en Israel". Netanyahu tiene razón al oponerse a esta presión internacional. "Tal reconocimiento, tras la masacre del 7 de octubre, otorgaría un premio inmenso e inédito al terrorismo, y evitaría cualquier acuerdo de paz futuro", ha dicho.
Unidos y firmes
Ahora es el momento para que el pueblo de Israel permanezca unido y firme en la lucha contra el terrorismo y la derrota de Hamás. Hamás ha intentado dividirnos y está tratando de conseguir apoyo en el extranjero para salvarse en Gaza y así poder volver a amenazarnos. Hamás es una organización terrorista vil que ha mostrado cómo es su verdadera ideología el 7 de octubre. Cualquier alto el fuego es una forma para que Hamás se prepare para más ataques genocidas.
Hoy en día hay un impulso por un alto el fuego que no traería de vuelta a los rehenes y tampoco llevaría a la derrota de Hamás. El liderazgo de Israel ha dejado claro que tenemos varios objetivos en Gaza, dos de los cuales son la victoria sobre Hamás y el regreso de todos los rehenes a casa.
Debemos permanecer firmes y comprometidos. La guerra es larga, pero el enemigo es demasiado peligroso como para dejarlo bajo control en la frontera de Gaza, donde se alimenta de ayuda internacional mientras acumula armas.
Tenemos ahora la oportunidad de completar nuestra misión en Gaza. Debemos seguir por este camino y al mismo tiempo trabajar con nuestros socios en el extranjero para evitar cualquier intento de cese al fuego que deje a Hamás en control de Gaza o que no libere a todos los rehenes.