El proverbio afgano "Tienes los relojes; nosotros tenemos el tiempo" subraya una estrategia atemporal: esperar a tu enemigo para reclamar la victoria. Irán parece estar adoptando un enfoque similar en su campaña contra Israel, lo que exige una reconsideración continua de la respuesta de Israel y la propia naturaleza de la guerra moderna.
La estrategia de Irán se trata menos de ganar una guerra rápida y decisiva que de librar una "guerra de desgaste". A través de sus grupos aliados, como Hamas, Hezbolá y los hutíes, Irán está lanzando ataques persistentes a menor escala para socavar los recursos, la paciencia y la determinación de Israel con el tiempo. Estos grupos, potenciados por el financiamiento, armas y entrenamiento iraníes, mantienen a Israel constantemente en alerta, cobrando un costo constante a su ejército, economía y, sobre todo, a su psique.
La intención es clara: a través de una presión sostenida, Irán busca fatigar a Israel, provocarlo para cometer errores estratégicos y tácticos, y disminuir gradualmente nuestra capacidad emocional para resistir.
Los ataques son implacables: cohetes, misiles, drones suicidas y ataques de lobos solitarios en intervalos impredecibles. Israel debe mantener un estado de alerta alta, agotando sus recursos militares y financieros. Los paralelismos con la Guerra de Vietnam o la experiencia de Estados Unidos en Afganistán son sorprendentes. Irán no busca un golpe rápido, sino debilitar lentamente a Israel, explotando la asimetría de la guerra por procuración y esperando que Israel simplemente se retire.
Israel debe anticiparse a la evolución de estos ataques. Es probable que los aliados de Irán desplieguen drones avanzados: más pequeños, silenciosos, de mayor alcance y más difíciles de detectar. Los ataques "enjambre", con numerosos drones al mismo tiempo, tienen el potencial de abrumar las defensas.
Los ataques terroristas dentro de Israel, contra civiles, como hemos visto esta semana con el atropello del autobús lleno de soldados, y contra infraestructuras críticas, también representan un riesgo creciente, al igual que los ataques marítimos y potencialmente incluso el uso de drones submarinos o tecnología sigilosa. El alcance de la amenaza es vasto, exigiendo una reevaluación continua y exhaustiva de la estrategia israelí.
Para contrarrestar esto, Israel debe priorizar la preparación y la modernización rápida. La inversión en vigilancia de vanguardia, defensas aéreas y ciberseguridad son vitales. Las capacidades de guerra electrónica para interrumpir los sistemas enemigos también son esenciales. Israel desactivó las defensas aéreas iraníes hace unos días, pero los cohetes y drones de los grupos aliados continúan. Las soluciones técnicas por sí solas no son suficientes; Israel necesita una estrategia de defensa multicapa que integre los dominios aéreo, terrestre, marítimo y cibernético.
Israel no puede simplemente reaccionar
Pero Israel no puede simplemente reaccionar; debe cambiar el enfoque para socavar la voluntad de lucha de Irán de una manera que degrade la amenaza de los grupos aliados. Una estrategia centrada en desgastar a los enemigos mientras se preserva la fuerza y moral israelíes es crucial.
Esto requiere no solo destreza militar, sino programas para fortalecer la resiliencia societal, prevenir la fatiga y mantener la unidad frente a una presión implacable e impredecible. Se necesitan esfuerzos diplomáticos para exponer la estrategia de los grupos aliados de Irán y construir presión internacional, que actualmente está disminuyendo.
La guerra de desgaste patrocinada por Irán está en marcha y ha estado por un tiempo. La respuesta de Israel dará forma al futuro de la región. Debe ir más allá de la mera reacción y adoptar una estrategia proactiva que aborde la naturaleza de esta nueva amenaza. Esto requerirá no solo adaptación militar, sino también un renovado enfoque en fortalecer el frente interno.
Israel debe invertir en programas que fortalezcan la cohesión social, brinden terapia y entrenamiento en resiliencia y apoyen a las comunidades más afectadas por los constantes ataques. También es de suma importancia asegurarse de que la carga económica de la defensa perpetua no se vuelva insostenible.
La comunidad internacional también tiene un papel crítico que desempeñar. No puede hacer la vista gorda a la estrategia de los proxy de Irán, permitiéndole librar guerras manteniendo una apariencia de negación. Los líderes mundiales deben denunciar esta táctica cínica y ejercer presión sobre Teherán para que cese su apoyo a estos grupos desestabilizadores. Esto solo se puede lograr con una hasbara (diplomacia pública) más sofisticada.
Solo combinando una defensa sólida con resiliencia social y presión diplomática, Israel puede navegar con éxito esta guerra de desgaste y asegurar su futuro. Los relojes pueden estar avanzando, pero con visión y determinación, Israel puede asegurarse de tener el tiempo y la fuerza necesarios para resistir.
Louis Libin es un experto en estrategias militares e innovación, y asesora y enseña sobre innovación militar, sistemas inalámbricos y comunicaciones de emergencia en colegios y agencias militares. Es el fundador de un grupo consultor en gestión de emergencias, ciberseguridad, propiedad intelectual y comunicaciones.
El Dr. Michael J. Salamon es un psicólogo especializado en trauma y abuso. Es el director de ADC Psychological Services en Netanya y Hewlett, NY, y forma parte del personal de Northwell, New Hyde Park, NY.