Nuestro informe para la Sociedad Henry Jackson (HJS), Conteo Cuestionable: Analizando la cifra de muertos del Ministerio de Salud dirigido por Hamas en Gaza, ofrece un análisis sobrio de la manipulación de las estadísticas de fatalidades por parte de Hamas durante el conflicto en curso entre Israel y Hamas. Los hallazgos de nuestro equipo no son solo un indicio de la propaganda de Hamas. Son un recordatorio vital de por qué Israel debe seguir desafiando la desinformación en todos los frentes.
El informe identifica graves deficiencias en los datos de fatalidades proporcionados por el Ministerio de Salud de Gaza controlado por Hamas, cifras que han sido amplificadas sin críticas por los medios de comunicación globales. Revela una tendencia a inflar las víctimas civiles, distorsionar los datos demográficos y excluir las fatalidades de combatientes, lo que ha demonizado a Israel en el escenario mundial. Estas distorsiones no solo perjudican la reputación internacional de Israel, sino que también socavan su capacidad para defenderse efectivamente contra un enemigo que utiliza el sufrimiento civil con fines políticos.
En el centro del informe se encuentra un examen meticuloso de los datos de mortalidad que destaca numerosas anomalías estadísticas. Por ejemplo, hombres en edad de luchar, aquellos más propensos a ser combatientes, son clasificados erróneamente como mujeres y niños para alterar el número de muertes civiles. En algunos casos, pacientes con cáncer y muertes naturales han sido incluidos en los recuentos de bajas en la guerra, inflando aún más los números. Incluso personas que murieron antes del conflicto o fueron asesinadas por cohetes mal disparados de Hamas aparecen en estas listas.
Igualmente preocupante es la exclusión completa de las muertes de combatientes de Hamas de los informes del MoH. Las FDI estiman que más de 17,000 militantes han sido asesinados desde que comenzó el conflicto, sin embargo, estas cifras están notablemente ausentes de los informes globales. En su lugar, los medios internacionales se basan abrumadoramente en los números no verificados de Hamas. Nuestros socios, fifty.global, descubrieron que el 98% de los medios encuestados citaron datos del MoH, mientras que solo el 5% incluyó cifras israelíes.
El resultado es una narrativa sesgada que retrata a Israel como dirigido indiscriminadamente a civiles, mientras absuelve a Hamas de responsabilidad por sus acciones. Esta narrativa, repetida en titulares globales, socava la posición moral de Israel y alimenta la condena internacional.
Las consecuencias de esta campaña de desinformación son de gran alcance. La capacidad de manipulación de la percepción pública por parte de Hamás socava el legítimo derecho de Israel a la autodefensa. Al inflar las víctimas civiles, Hamás desvía la atención de sus propios crímenes de guerra, como el uso de escudos humanos y el lanzamiento de cohetes desde zonas civiles, hacia una imagen distorsionada de la agresión israelí.
Esto no solo refuerza el apoyo de Hamás entre sus aliados, sino que también presiona a Israel diplomáticamente, complicando sus esfuerzos por asegurar legitimidad internacional para sus acciones militares. La tergiversación de las víctimas civiles ya ha influenciado la opinión global, generando llamados a ceses al fuego e investigaciones que no responsabilizan a Hamás.
Esta utilización de las cifras de víctimas pone en peligro la seguridad de Israel. Al centrar una atención internacional desproporcionada en Israel, Hamás gana espacio para maniobrar y apoyo internacional. El compromiso de las FDI de minimizar el daño civil, un pilar de su doctrina operativa, queda opacado por una narrativa que desestima por completo sus esfuerzos.
Los hallazgos de nuestro informe subrayan la necesidad urgente de que Israel contrarreste activamente la desinformación de Hamás. Por supuesto, esto requiere exponer las fallas en los datos de Hamás. La otra mitad de la ecuación es el compromiso con los medios internacionales para garantizar una cobertura equilibrada y precisa. Israel debe invertir mucho más en diplomacia pública en todos los niveles para resaltar la explotación de su propia población por parte de Hamás, al tiempo que enfatiza y demuestra el cumplimiento del derecho internacional por parte de las FDI.
Para Israel, las apuestas son existenciales. Permitir que Hamás domine la narrativa debilita su capacidad para defender a sus ciudadanos y mancha su reputación global. Nuestro informe es una herramienta crucial en la batalla de Israel contra la desinformación, proporcionando la evidencia necesaria para desafiar narrativas falsas y reafirmar su derecho a defenderse contra el terrorismo.
Como deja claro el informe, esta no es solo una guerra librada con armas, sino una que se libra en el ámbito de la percepción pública. Para que Israel prevalezca, debe ganar en ambos aspectos.
Andrew Fox es un ex paracaidista británico e investigador en la Henry Jackson Society (HJS), un grupo de reflexión transatlántico con sede en Londres.