¿Las personas son naturalmente felices o pueden hacerse felices?
De hecho, desde 2018, incluso existe un curso sobre "La Ciencia de la Felicidad" ofrecido en la Universidad de Bristol en el Reino Unido, donde los investigadores han llevado a cabo un estudio pionero sobre el tema.
Aunque muchas universidades que han ofrecido cursos psicoeducativos enseñando intervenciones de psicología positiva informan beneficios para el bienestar mental al final, no han investigado si tales efectos beneficiosos se mantienen a largo plazo.
El bienestar mental es una preocupación importante entre los estudiantes universitarios en todo el mundo. En una encuesta a gran escala de 37,500 estudiantes en 140 universidades del Reino Unido, el 22% de los estudiantes informaron un diagnóstico actual de salud mental y el 88% informaron sentimientos de ansiedad.
El estudio de Bristol encontró que los estudiantes que asistieron al curso experimentaron una mejora significativa en su bienestar, pero los beneficios son transitorios a menos que los hábitos aprendidos en el curso, como la gratitud, el ejercicio, la meditación o la escritura en un diario, se mantengan a largo plazo.
El curso, el primero de su tipo en el Reino Unido, no implica exámenes ni trabajos, pero enseña a los estudiantes lo que dicen los últimos estudios revisados por pares en psicología y neurociencia que realmente nos hace felices.
Mejora del bienestar en el curso
Los estudiantes que tomaron el curso informaron una mejora del 10 %—15 % en su bienestar. Sin embargo, solo aquellos que continuaron implementando los aprendizajes del curso mantuvieron ese bienestar mejorado cuando fueron encuestados nuevamente dos años después.
Recientemente publicado en la revista Higher Education bajo el título "Análisis a largo plazo de un curso psicoeducativo sobre el bienestar mental de estudiantes universitarios", el estudio es el primero en seguir el bienestar de los estudiantes en un curso de felicidad mucho tiempo después de que lo hayan abandonado.
"Este estudio muestra que simplemente tomar un curso —en el gimnasio, en un retiro de meditación, o en un curso de felicidad basado en evidencia como el nuestro— es solo el comienzo; uno debe comprometerse a usar lo que aprendes de manera regular. Gran parte de lo que enseñamos gira en torno a intervenciones de psicología positiva que desvían tu atención lejos de ti mismo al ayudar a otros, estar con amigos, practicar la gratitud o meditar”, dijo Hood.
“Esto es lo opuesto a la actual doctrina de 'cuidado personal', pero innumerables estudios han demostrado que salir de nuestra propia cabeza nos ayuda a alejarnos de las rumiaciones negativas que pueden ser la base de tantos problemas de salud mental.”
Entre sus conclusiones sobre el curso se encontraba que hablar con extraños nos hace más felices, a pesar de que la mayoría de nosotros evita tales encuentros; las redes sociales no son malas para todos, pero pueden ser perjudiciales para aquellos que se centran en su reputación; la soledad impacta en nuestra salud al afectar nuestros sistemas inmunes; y el optimismo aumenta la esperanza de vida.
Además, dar regalos a otros activa el centro de recompensa en el cerebro, a menudo proporcionando un impulso de felicidad mayor que gastar dinero en uno mismo. La privación de sueño afecta la forma en que los demás nos aprecian.
Caminar en la naturaleza desactiva una parte del cerebro relacionada con rumiaciones negativas, las cuales están asociadas con la depresión, y la amabilidad y la felicidad están correlacionadas.
Los autores concluyeron que, por sí solos, los cursos psicoeducativos probablemente sean solo mínimamente efectivos. "Deberían considerarse una pieza clave de un enfoque multicomponente integrado con otros servicios universitarios.
Dicho esquema representaría un desafío considerable al que tanto las universidades como los estudiantes podrían resistirse, pero la alternativa es abordar la creciente carga del mayor uso de servicios de bienestar clínico para estudiantes".