La exposición a eventos traumáticos puede resultar en síntomas de estrés agudo que pueden durar varios meses y también puede llevar a síntomas crónicos y debilitantes de trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Tras el estallido de la guerra contra los terroristas de Hamas en Gaza, investigadores de la Universidad Bar-Ilan (BIU) en Ramat Gan liderados por el psicólogo clínico Prof. Amit Shrira midieron los síntomas de estrés agudo y TEPT entre los israelíes el pasado noviembre y diciembre, arrojando luz sobre el impacto del conflicto en la salud mental a lo largo de las generaciones.
El estudio utilizó la plataforma en línea Qualtrics (un software basado en la web que permite al usuario crear encuestas e informes generales sin necesidad de tener experiencia previa en programación), redes sociales y enfoques adicionales para llegar a diversos grupos de participantes.
Se recibieron un total de 428 respuestas. Los resultados, publicados recientemente en el Journal of Psychiatric Research bajo el título "Diferencias de edad en síntomas de estrés agudo y trastorno de estrés postraumático durante la guerra Israel-Hamas de 2023: Hallazgos preliminares", revelaron diferencias sorprendentes entre adultos jóvenes de 20 a 59 años y adultos mayores de 60 a 87 años.
Los expertos describen los síntomas de estrés como una reacción transitoria no patológica que generalmente se reduce en varios días o semanas a medida que la persona se adapta o como un trastorno cuando los síntomas agudos duran varias semanas hasta un mes.
El TEPT incorpora varios grupos de síntomas, incluidos la reexperimentación (flashbacks), la evitación (alejarse de ciertos lugares) y la hiperactivación, así como síntomas adicionales como creencias negativas sobre uno mismo. En cualquier caso, los síntomas de TEPT resultan en un deterioro funcional sustancial.
Durante la primera semana del conflicto, los adultos jóvenes informaron niveles significativamente más altos de síntomas de estrés agudo, con un 24,8% sufriendo angustia. En las semanas siguientes, la prevalencia de posible TEPT entre este grupo se disparó al 42,8%. En contraste, los adultos mayores mostraron tasas más bajas de estrés agudo (3,7%) durante la primera semana, con un 13,7% informando posible TEPT en las semanas siguientes.
"Este estudio proporciona valiosos conocimientos sobre cómo diferentes grupos de edad responden a eventos traumáticos," comentó Shrira del programa de gerontología del departamento de ciencias sociales y de la salud de la BIU. "A pesar de los desafíos que plantea la guerra, los adultos mayores mostraron una notable resistencia en comparación con sus contrapartes más jóvenes."
Explicación de los hallazgos
La investigación profundizó en dos hipótesis para explicar estas variaciones: la hipótesis de vulnerabilidad, que sugiere la susceptibilidad de los adultos mayores a la psicopatología inducida por el trauma debido a la fragilidad física y la reducción del apoyo social, y la hipótesis de inoculación, que propone la resistencia de los adultos mayores debido a la experiencia de vida y los mecanismos de afrontamiento efectivos.
Los hallazgos apoyan en gran medida la hipótesis de inoculación, señaló Shrira. "Los adultos mayores han exhibido una impresionante resistencia durante el período tumultuoso del conflicto Israel-Hamas. Esto significa que a pesar de experimentar una disminución de los recursos físicos, cognitivos y sociales, los adultos mayores aún pueden tener otros recursos que les ayudan a hacer frente a eventos traumáticos. Algunos de estos recursos incluyen la experiencia de vida, la sabiduría, las capacidades de regulación emocional y el uso de estrategias para compensar las habilidades perdidas mientras se optimizan las conservadas. Además, los adultos mayores pueden haberse adaptado a la guerra actual basándose en sus experiencias pasadas con la guerra, incluidos eventos significativos como la Guerra de Yom Kippur," sugirió Shrira.
El estudio, realizado en colaboración con el Prof. Yuval Palgi del departamento de gerontología de la Universidad de Haifa, destaca la importancia de reconocer y aprovechar las fortalezas de los adultos mayores en tiempos de crisis. "Es importante reconocer la fuerza y la resiliencia de los adultos mayores, especialmente aquellos que han experimentado traumas. Debemos alentar y capacitarlos para enfrentar los desafíos actuales centrándonos en sus capacidades y recursos", continuó Shrira.
"Adoptar una perspectiva basada en fortalezas puede ayudar a los proveedores de atención a transmitir la creencia en la capacidad de los adultos mayores para superar la crisis, pero también es importante tener en cuenta que los adultos mayores pueden tener reacciones diferentes al estrés, por lo que un enfoque individual es crucial".
En el futuro, el investigador de la BIU está analizando datos de encuestas adicionales centradas en grupos específicos de adultos mayores, incluidos los sobrevivientes del Holocausto, veteranos de la Guerra de Yom Kippur de 1973 y personas desplazadas internamente.