No es exactamente una información nueva que tu alimentación puede influir en tu ritmo de envejecimiento en cierta medida.
Durante años, se nos han mostrado repetidamente estudios que indican que un estilo de vida saludable, con una dieta rica, ejercicio moderado, reducción del estrés y una mejora en la calidad de vida, puede resultar en una mejor salud física y mental.
Sin embargo, la investigación que verás esta vez te sorprenderá, ya que no solo dice que tu alimentación puede ralentizar el envejecimiento, sino que puede en realidad retroceder el reloj y revertir el envejecimiento.
Es importante explicar de antemano que este fue un estudio pequeño, con solo seis mujeres como participantes. Por lo tanto, los investigadores sugieren tomar estos hallazgos con precaución, pero aún así vale la pena aprender sobre ellos.
Alimentación saludable, dormir más, más actividad física y menos estrés
El estudio en cuestión fue publicado en la revista Aging y presentó un experimento realizado en seis mujeres. Esto sucede después de un estudio previo llevado a cabo en tres hombres, que mostró resultados prometedores.
Este estudio actual contó con investigadores de la Asociación Americana de Dietética y la Universidad de Virginia, que tenían como objetivo estudiar cómo un cierto menú afectaba la tasa de envejecimiento y cómo esto se reflejaba en el ADN de una persona.
Para hacer esto, los investigadores formularon un plan de ocho semanas que incluía mejores hábitos de sueño, ejercicio, técnicas de reducción de estrés y orientación nutricional.
Los participantes también recibieron probióticos y otros nutrientes según sus propias deficiencias nutricionales, además de recibir apoyo dietético profesional.
¿Cómo se calcula la "edad" biológica?
Para comprender los resultados del experimento, es necesario entender un concepto que ha fascinado a los investigadores en los últimos años: la edad biológica.
A diferencia de la edad cronológica, que refleja el año en que naciste y no puede ser influenciada ni cambiada, la edad biológica se refiere a la edad a la que envejece el cuerpo humano, algo único para cada individuo.
Hoy en día, se puede medir la edad biológica de uno de varias formas, pero el método principal es a través de un análisis de sangre que examina la integridad del ADN.
Estos análisis probablemente se realizaron a lo largo de todo el experimento en este estudio.
Al final del período de ocho semanas, los investigadores analizaron todos los datos y llegaron a una conclusión sorprendente.
Después de solo aproximadamente un mes, cinco de los seis participantes mostraron una disminución en su edad biológica, que variaba entre 1.22 y 11.01 años, en comparación con su edad biológica registrada antes de que comenzara el experimento.
En promedio, los participantes tenían una edad biológica de 55.83 antes del experimento, pero una edad biológica de 51.23 al final. Esto significa que, en promedio, los seis participantes lograron revertir su envejecimiento en un promedio de 4.6 años.
Lo que es aún más interesante es que la edad cronológica de los participantes al inicio era, en promedio, de 57.9, ligeramente más alta que su edad biológica para empezar. Esto podría indicar que, en general, los participantes ya envejecían más lentamente de lo habitual y no tenían problemas médicos que afectaran su envejecimiento.
Una advertencia sobre estos hallazgos
Todavía es importante enfatizar que aún no entendemos lo suficiente sobre el envejecimiento biológico, cómo nos afecta o cómo nuestras propias acciones y elecciones lo afectan.
"Esta serie de casos de participantes mujeres amplía el estudio piloto anterior de esta intervención en hombres, indicando que pueden lograrse cambios favorables en la edad biológica en ambos sexos", escribieron los investigadores, agregando que se necesitan estudios adicionales, más grandes y más amplios en otras poblaciones para entender mejor esto.
Pero de todas formas, no es ningún secreto que la nutrición puede afectar en gran medida la salud del cuerpo y la mente. No necesitas esperar más investigaciones para obtener estos beneficios. Simplemente come más de lo que ya sabes que es bueno para ti: frutas, verduras, legumbres, granos enteros, carne magra y pescado.