Una persona de 51 años demandó a Wolfson Medical Center alegando que un diagnóstico erróneo provocó la amputación de su pierna, según un comunicado de prensa del domingo.
La demanda contra el Centro Médico Wolfson, dirigida por el abogado Ran Shapira, del bufete Almog-Shapira, arrojó luz sobre una serie de errores médicos acusados que culminaron con la pérdida del pie del paciente y una profunda angustia psicológica.
Debido a un dolor insoportable en el pie como resultado de una herida en un clavo, el paciente, un residente de Holon de 51 años, buscó atención médica en el Centro Médico Wolfson en agosto de 2017. A pesar de sus repetidas quejas y evidentes síntomas, el personal del hospital supuestamente le diagnosticó erróneamente diabetes, desviando su atención de la verdadera causa de su dolor.
En un comunicado en el que describe la terrible experiencia, el abogado Shapira explicó: "El prolongado retraso en el diagnóstico y tratamiento de su lesión, durante el cual fue dado de alta a casa en dos ocasiones, finalmente condujo a la pérdida de su pie."
Esta narración se produjo por negligencia y descuido, según las alegaciones de la demanda, que afirmaba que el personal del hospital ignoró las quejas explícitas del demandante en relación con su pie, optando en su lugar por centrarse en cuestiones no relacionadas como la diabetes y la insuficiencia renal, a pesar de que el paciente carecía de antecedentes diabéticos.
Del despido a la amputación
Las repetidas bajas del Wolfson Medical Center con un empeoramiento del estado clínico llevaron al demandante a buscar ayuda en Sourasky Medical Center, donde la intervención inmediata cobró importancia. Una ecografía realizada en el Centro Médico Sourasky descubrió una gangrena grave en el pie del demandante, que requería amputación. A pesar de los esfuerzos por salvar el miembro dañado, la amputación parcial se convirtió en un recurso inevitable.
El Dr. Jonathan Lahman, cirujano vascular, observó los hechos y declaró: "Un tratamiento y una intervención adecuados durante la visita inicial y las siguientes del paciente podrían haber evitado la amputación." La evaluación de Lahman puso de relieve las deficiencias de procedimiento del Centro Médico Wolfson, según el comunicado de prensa, en particular la no realización de pruebas y evaluaciones esenciales durante las consultas de la demandante. Este descuido, según el Dr. Lahman, constituyó una falta médica grave.
A raíz de la terrible experiencia médica, el demandante se enfrentó a una plétora de discapacidades permanentes y trastornos psicológicos, según la evaluación psiquiátrica del Dr. Sergio Marchesadski. El Dr. Marchesadski hizo hincapié en la lucha del paciente contra la depresión crónica no tratada, los trastornos del sueño y el trastorno de estrés postraumático, atribuyendo estas dolencias a los acontecimientos en el Centro Médico Wolfson.
El abogado Shapira pintó un cuadro de la vida del demandante antes y después del incidente en el comunicado de prensa, señalando: "Antes del incidente, el demandante era independiente y lleno de vida .... Tras el incidente, se fue de casa porque se sentía abrumado y se hundió en la depresión, dejó de trabajar y ahora vive solo".
La demanda sirvió como un faro de justicia, afirmaba el comunicado de prensa, esforzándose por responsabilizar al Centro Médico Wolfson de las ramificaciones de su negligencia médica.
La demanda sirvió como un faro de justicia, afirmaba el comunicado de prensa, esforzándose por responsabilizar al Centro Médico Wolfson de las ramificaciones de su negligencia médica.