En la extracción al vacío se coloca una cúpula de goma en la cabeza del bebé, la cual está conectada por un tubo a un dispositivo de succión a presión. Luego, el médico tira de la cabeza del bebé utilizando la presión de vacío creada en la cúpula hasta que el bebé sale del canal de parto.
Este es un método de parto relativamente seguro, pero conlleva varios riesgos para el recién nacido y la madre.
"Nunca optamos por una extracción al vacío si hay opción de tener un parto normal", explicó el Prof. Tal Biron, presidente de la Sociedad de Madres y Fetos y director del departamento de mujeres y parteras en el Centro Médico Meir en Kfar Saba, quien encabezó un equipo de expertos que redactaron nuevas pautas para el procedimiento de extracción al vacío. "Se realiza cuando la cabeza del bebé está demasiado baja en el canal de parto para realizar una cesárea... En tal situación, debemos rescatar al bebé utilizando el vacío en cuestión de minutos para que no sufra ningún daño".
¿Cuáles son las nuevas pautas para los partos con extracción al vacío?
Las nuevas pautas indican, entre otras cosas, que los partos con extracción al vacío solo se realizarán en hospitales, por un médico cualificado de sala de partos, y en presencia de una comadrona y un pediatra, cuyo papel es examinar al feto después de que nazca. Si se encuentra que el bebé está en peligro, será llevado rápidamente para recibir tratamiento adicional en la sala de cuidados cercana.
Los informes de muerte como resultado de la extracción al vacío son raros: el riesgo es de 0,1 a 3 casos por cada mil partos con extracción al vacío. Sin embargo, dicho parto incluye el riesgo de hemorragia craneal, lesiones en el cuero cabelludo y complicaciones raras para la madre, que incluyen incisiones e incontinencia urinaria o rectal.
"Nuestro mensaje principal es involucrar a la madre en todas las etapas de la decisión y mantener la seguridad del bebé y de la madre como siempre hacemos", concluye el profesor Biron.