Un horario de sueño inconsistente puede ser perjudicial para tu salud y está asociado con las bacterias microbianas del intestino, según un nuevo estudio publicado el miércoles.
El estudio fue publicado en la Revista Europea de Nutrición, una revista médica revisada por pares centrada en la ciencia de la nutrición.
El estudio destaca un fenómeno relacionado con el sueño conocido como jet lag social (JLS). Sleepcycle.com describe JLS como "el hábito de tener dos patrones de sueño separados y distintos". Luego explica que el JLS a menudo es el resultado de tener "rutinas muy diferentes entre semana y fin de semana, aunque también puede ocurrir en otras circunstancias".
El estudio tuvo como objetivo examinar el efecto que el JLS tiene en otras dimensiones de la salud. En el artículo, los investigadores declaran su propósito como "explorar la relación entre el jet lag social (JLS), un parámetro de desalineación circadiana, y la composición microbiana del intestino, la dieta y la salud cardiometabólica".
Con el propósito del estudio, los investigadores midieron el SJL como la diferencia de tiempo entre los puntos medios del sueño de los sujetos entre semana y los fines de semana. Por ejemplo, si el punto medio del sueño de alguien era a las 4 a. m. los fines de semana vs a las 2 a. m. entre semana, eso sería una diferencia de dos horas.
Los investigadores encontraron que incluso una diferencia de 90 minutos en los dos tiempos podría llevar a cambios significativos en las bacterias intestinales, hábitos y calidad dietética, inflamación y composición microbiana intestinal.
Un sueño constante es importante para la salud
Estos cambios pueden ser causados incluso por un pequeño grado de desalineación en el horario de sueño de uno, lo que podría tener efectos a largo plazo y causar enfermedades crónicas no transmisibles.
El mejor remedio sigue siendo un horario de sueño regular y saludable, pero si eso no es posible debido a restricciones sociales como los horarios de trabajo, entonces hay otras soluciones.
Una de ellas es seguir una dieta más saludable que podría incluir evitar las papas y las bebidas azucaradas, así como consumir menos frutas y nueces.