¿Quién de nosotros no sufre de problemas para dormir? No siempre llega al nivel de insomnio, cierto, pero todos en algún momento de sus vidas han tenido dificultades para conciliar el sueño.
Si bien la causa principal del insomnio suele estar relacionada con nuestra salud mental, muchos estudios sugieren que la falta de ciertos nutrientes puede ser parte del problema.
Los expertos en sueño explican que si bien muchas personas luchan por dormir lo suficiente – siete u ocho horas de sueño cada noche – una serie de elecciones de estilo de vida que se acumulan pueden hacernos sufrir de fluctuaciones y privación del sueño.
Evitar la cafeína, por ejemplo, unas horas antes de acostarse puede aumentar las posibilidades de tener una buena noche de sueño. Sin embargo, un buen sueño no se trata solo de evitar los alimentos o bebidas equivocados, sino que hay ciertos alimentos que pueden mejorar el sueño.
Entre esos alimentos se encuentran las nueces de Brasil y las almendras.
¿Cómo pueden estos alimentos ayudar a las personas a dormir?
Según los expertos en sueño, las nueces de Brasil y las almendras son algunas de las mejores fuentes de selenio, un importante mineral traza en el cuerpo humano que escasea en las personas que sufren de insomnio.
Las nueces también contienen minerales como fósforo y magnesio. Aproximadamente seis a ocho nueces contienen alrededor de 544 microgramos de selenio.
Por otro lado, los expertos advierten que es importante asegurarse de comer una porción de nueces de Brasil unas pocas veces a la semana sola para evitar la toxicidad. El cuerpo humano no necesita cantidades excesivas de selenio, ya que el adulto promedio solo necesita 5 microgramos al día.
Por otro lado, las mujeres embarazadas necesitan entre 60 y 70 microgramos de selenio.
¿Qué más puede hacer el selenio por el cuerpo?
Además de ayudar con el sueño, el selenio tiene otras propiedades para la salud: ayuda en el proceso de replicación del ADN, la reproducción y el metabolismo de las hormonas tiroideas y la protección contra infecciones.
Los signos de deficiencia de selenio incluyen, pero no se limitan a: pérdida de cabello, cambios en la forma de las uñas y la piel, cuero cabelludo irritado o caspa, fatiga extrema, "niebla cerebral", debilidad muscular, un sistema inmunológico débil, así como problemas de fertilidad.
Otras fuentes de selenio incluyen carne de res, pavo, cereales enriquecidos, pan integral, frijoles, lentejas y huevos.