El atentado suicida contra la AMIA se produjo el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires, Argentina, y tuvo como objetivo la Asociación Mutual Israelita Argentina, un centro comunitario judío.
Deja una hija de 18 meses y una esposa embarazada de su segundo hijo.
Una de las víctimas, de alrededor de 20 años, fue posteriormente reportada como trasladada a la sala de emergencias del Hospital Bellinson y fue clasificada como grave, con su vida en peligro.