Desde el comienzo de la guerra, no ha habido servicio de correo en el Norte, y los documentos críticos no están llegando a los desplazados en hoteles.
En un proyecto especial, los ingenieros construyen nuevas carreteras para garantizar un paso seguro para soldados y civiles en el norte de Israel, mientras que Hezbolá lanza cohetes y misiles.
Si hubieran tenido estos vehículos, no habría evitado por completo la tragedia, pero habría salvado muchas vidas y nivelado algunas de las batallas hasta que llegaran los refuerzos de las FDI.